jueves, septiembre 04, 2008

Percepciones vivenciales:
Sociedad = Educación (+ Delación), extraña combinación.

La educación es una de las principales herramientas que tiene una sociedad, para reproducirse en términos valorativos y morales, elementos que ejercen una gran influencia en el accionar político de la ciudadanía, y por ende en el desarrollo económico del país, al tiempo de impactar en modo de reracionamiento social y cultural del espacio físico denominado territorio nacional, en este caso, Paraguay.

Las severas crisis en que se halla nuestro país, no es más que el fiel reflejo de cómo está en realidad nuestra sociedad, y por tanto la educación. Cuando un modelo de organización social, política, económica y cultural, solo ha generado exclusión en dichas áreas, y su deficiencia es percibida y señalada por la mayoría de la población, por medio de manifestaciones, movilizaciones o votaciones; es tiempo de empezar en alternativas reales, y no en meras alternancias como hemos tenido en Paraguay el 20 de abril pasado.

Un claro ejemplo del estancamiento en que nos encontramos, son los sucesos en la Universidad Católica (UC), en particular las vivencias constantes de docentes y estudiantes de la Facultad de Filosofía y Ciencias Humanas, en donde de un tiempo a esta parte el derecho al disenso es usado como mecanismo de exclusión al diálogo real, curiosa práctica promovida por el Alto Gobierno de dicha casa de estudios, y la misma Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP).

La realidad no es matemática, pero una simple suma de hechos nos lleva a tener resultados profundamente graves, desde hace un par de semanas la delación ha vuelto a ser una práctica normal al interior de la UC, y las reuniones de pasillo no oficiales pero con decisiones vinculantes han vuelto, como también el temido "cuidado con lo hacen o dicen"; formas comunes de manejo de las autoridades en tiempos de la dictadura, que se creían desterradas en está época. Pero una vez más la "compañera realidad", nos ha mostrado que un cambio de régimen no significa un cambio de sistema, ni mucho menos un cambio de mentalidad y de cultura.

Las disputas por el poder y el control de la UC, de manera interna y externa se evidencian cada día más, y actores tradicionales y emergentes van tomando posiciones antagónicas con la principal parte interesada, el sector estudiantil. Es de conocimiento que la burocracia interna de la magna casa de estudios tiene un peso considerable, como también lo tienen "sus dueños", los señores Obispos de la CEP; al cual se suman ahora grupos empresariales vinculados a la Iglesia Católica.

Pero parece oportuno recordar que la principal acción de la Universidad es brindar educación, de calidad, entendida como docentes con conocimientos teórico-prácticos actualizados, extensión para aplicar a la realidad los aprendizajes en la cátedras, e investigación para transformar la realidad. Es muy extraño que cuando lo único que se solicita es que la Universidad sea ella misma, la respuesta solo se reduce a que si no te gusta lo que existe, debes mudarte de casa de estudios.

Desmembrar la Facultad de Filosofía y Ciencias Humanas, enviando sus distintas carreras a otras Facultades, aparentemente es la mejor opción encontrada por las autoridades actuales de la UC como respuesta la solicitud del sector estudiantil de una educación de calidad y comprometida con la realidad con los sectores excluidos del país. Ojala que antes que esto pase, quien ejercen cargos de autoridad al interior de la Universidad tengan la capacidad de sentarse a debatir en realidad sobre el direccionamiento de la misma, de manera abierta, franca y fraterna.

Aníbal Cabrera Echeverría
abcabreche@gmail.com

01 de septiembre de 2008.